La diversidad de animales y plantas es la base del funcionamiento de los ecosistemas. Al cuidar la biodiversidad también fomentamos el aire limpio, el agua pura, los suelos fértiles y, por lo tanto, la base de nuestra alimentación.

Menos gases de efecto invernadero para una mayor protección del clima. A lo largo de toda la cadena de valor y hasta que el producto llega a las estanterías, nos centramos en procesos que son favorables para hacer frente al cambio climático, con medidas concretas y un surtido de productos que son respetuosos con el medio ambiente.

La disponibilidad de los recursos naturales es la base de la vida de las generaciones actuales y futuras. Por ello, en Lidl, apostamos por soluciones circulares innovadoras, el uso responsable del agua y el aprovisionamiento sostenible de nuestras materias primas.